PRIMER CONTACTO
Tantos años de preparación desde que les llegó la noticia y sólo faltaban
unos minutos para ver si había merecido la pena el esfuerzo.
El presidente sonrió antes de dirigirse a los ciudadanos:
-Hoy es un día histórico, todo el esfuerzo va a merecer la pena, por fin
conoceremos en persona a nuestros vecinos y les demostraremos que no están
solos en el Universo.
-En la mente de todos estaba el recuerdo de cómo había sido el día que recibieron
la noticia; de cómo, tras el hercúleo trabajo de conseguir una correcta recepción
de las señales y su traducción, aquellos mensajes de otro planeta habían
revolucionado la manera de pensar y sentir de todos y la “Fiebre” por ser lo
más parecido posible a aquellos “nuevos vecinos” se había extendido como una
plaga.
Hacía ya
nueve años que se habían
enterado de que iban a recibir la visita y querían impresionarles, hacerles ver
que eran un pueblo pacífico y dispuesto a ser los mejores anfitriones posibles.
La idea parecía descabellada, pero tras un largo debate se decidió que hacer
una enorme señal con un símbolo fácilmente reconocible por sus visitantes era
lo mejor y, aquel parecía ser universal. Fue acogida con entusiasmo y la
respuesta del pueblo fue ejemplar. Se crearon turnos de trabajo voluntarios y la
gente donó lo que tenía para hacer realidad el proyecto. Y, pese a algunos
problemas puntuales se había conseguido, la señal era visible desde miles de
kilómetros y ahora sólo quedaba esperar a que la nave la viese y decidiesen
bajar a conocerles.
En cuanto los sensores detectaron que se acercaba el invitado empezaron los
festejos, el sueño se cumplía, ya quedaba menos, y esperaron…
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-Ya estamos recibiendo los primeros datos de la sonda, parece que se está
acercando al objetivo, paso a poner en pantalla las imágenes. –El técnico de la
sala de control tecleó unos comandos en su panel y en el monitor general
apareció una gran bola anaranjada.
-Es precioso – Dijo una de las técnicos.
-Sí, y, fíjate, ahí, parece un corazón. – Contestó su compañero.
-Silencio –Ordenó el jefe de la operación. –Saquen todas las fotos posibles
y den orden a la New Horizons de continuar el viaje. No hay nada más que hacer
en Plutón.
Me vais a perdonar este relato-gamberrada, pero cuando vi la foto fue lo primero que pensé, jejeje.
Estos días todos están como locos con Plutón y, debéis saber que siempre ha sido mi planeta favorito por lo que tenía que hacerle este pequeño homenaje. ¡STOP BULLING! Es pequeño, sí, pero es un planeta precioso.
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