12 agosto 2016

Relato de ciencia ficción: "Retoque de belleza"



Hello, again!
 Esta idea apareció flotando encima de mi cabeza junto con la nube tóxica generada por los dos kilos de laca que me echaron en la peluquería el otro día mientras me ponían guapa para la boda de Félix y Alina. Lo malo es que no le terminaba de encontrar el punto y me tenía dándo vueltas como una loca. 

Pero bueno, ya está aquí, espero que os saque una sonrisa: 

RETOQUE DE BELLEZA

Una fiesta de gala en una embajada no era algo para tomarse a la ligera puesto que la etiqueta era indispensable y, por supuesto ella sabía que iba a necesitar ayuda para estar radiante.
Normalmente no se cuidaba mucho, su vida giraba en torno al trabajo y cuando llegaba a casa o era demasiado tarde y no tenía tiempo ni ganas de cuidarse un poco o, lo que era más habitual, tenía que seguir haciendo informes y malabares para que no peligrase su vida laboral.

No iba a poder librarse de asistir al acto ya que su empresa iba a ser galardonada con un importante premio que incluía una jugosa inyección de dinero que permitiría seguir al menos un año más con la investigación que estaban desarrollando y la habían elegido para recoger el galardón en nombre de todos.

Resignada, buscó un centro de estética cerca y reservó para el día siguiente una sesión completa.

Llegó puntual a la cita con la esteticista que, al verla puso una mueca de sorpresa mientras le preguntaba (Aunque más bien sonaba como una afirmación) si hacía mucho tiempo que no se dedicaba unos minutos a mimarse. Sí, claro, que lo hacía pero el estrés, la falta de tiempo, etcétera se lo impedía. (Omitió la verdadera razón que era falta de ganas porque no le estaba gustando nada la mirada reprobatoria de la chica y no quería que siguiese regañándola por ser tan descuidada)

Poco más de dos horas después (Aunque le habían parecido muchas más), se miró al espejo y casi no fue capaz de reconocerse, ya no daba la sensación de ser una loca descuidada y todo parecía en su lugar, es más, ni siquiera recordaba haber tenido un aspecto tan bueno jamás.

-Bueno, cielo. –Le dijo la muchacha mientras sonreía con aire de superioridad. – Ya estás lista, desde luego has mejorado mucho pero recuerda que lo importante ahora es que te cuides y no vuelvas a estar así. Hemos tenido que volver a conectar unos cables que tenían enmarañados, otros los hemos quitado porque no servían para nada, te hemos dado un baño de aceite y pulido a conciencia, serán 200 créditos, por favor.

-Y bien merecidos- Contestó ella mientras pagaba sin poder evitar sonreír al pensar en que su programadora (A la que cariñosamente llamaba madre) siempre se refería al hecho de maquillarse y peinarse como “Retoque de chapa y pintura”.

2 comentarios:

  1. Pa darle dos hostias a la steticien.Este relato es como la vida misma.Las listas q van de guapas y miran con superioridad

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  2. Chapa y pintura...q le den por c a la esteticien y no vaya de superior joooo

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