NAVE NUEVA...
Se había gastado miles de espacio créditos en comprar lo
último en tecnología espacial, una nave con el mejor motor de curvatura, ojos
de buey polarizados capaces de resistir hasta el más duro de los ataques con
torpedos fotónicos, incluso bombas nucleares. Estaba realmente orgulloso de su
compra, iba a ser la envidia del astillero, ninguno de sus conocidos podría
permitirse semejante lujo y nadie tenía por qué saber que la había comprado en
una subasta de la policía espacial así que todos pensarían que le iba bien en
la vida.
Emocionado se encargó de la mudanza, la familia se instaló
con éxito y todos estaban contentos con su nueva casa, Además, ahora podrían
estacionarse en cualquier parte, incluso en los cinturones de asteroides de
lujo. ¡Habían subido de categoría!
La primera semana todo fue como la seda. El motor no hacía
ruido, las habitaciones eran confortables y amplias y los robots de a bordo
atendían cualquier petición por rara que fuese.
Pero al comienzo de la segunda semana todo cambió, un ruido
borboteante parecía recorrer las metálicas paredes por todo lo ancho y largo de
la nave, el metal amplificaba el sonido y los niños tenían pesadillas de las
que despertaban angustiados creyendo que
habían sido engullidos por un monstruo come hombres de Vesta. Y tenía que
admitir que eso era lo que parecía, él también tenía ese tipo de malos sueños
pero no quería admitirlo.
Los diagnósticos de la nave no indicaban que hubiese
problemas y estaba desesperado por saber qué estaba pasando y pronto salió de
dudas, por entre las juntas de las paredes comenzó a salir agua maloliente de
color marrón. Pensó que se había quedado dormido pero no, lejos de ser una
pesadilla el agua, por llamarla de alguna manera, amenazaba con inundarlo todo. Desesperado,
gritó al ordenador que lo arreglase inmediatamente pero los sistemas seguían
indicando que no pasaba nada. Se acordó de las palabras de su padre: "Nave
nueva, problemas nuevos" ¡Qué razón tenía!
El motor
comenzó a inundarse haciendo imposible el poder llevar la nave a un astillero
para su reparación, sus hijos lloraban, su mujer gritaba y él no podía ni
pensar. De un solo plumazo se habían borrado sus sueños y sus
esperanzas, la noticia había llegado a oídos de todo el mundo e incluso
salieron en el programa de humor de Espacio Visión. Les llamaban los
"Cacasónicos" en referencia a una serie muy antigua de dibujos
animados y nadie quería pasar ni dos minutos a su lado.
Años de evolución, naves espaciales enormes, última
tecnología en todo, robots de alta precisión y la única manera de resolver un
problema de cañerías era depender de que dos señores tuviesen tiempo para ir a
ayudarles y cuanto más rápido necesitasen su ayuda, más caro les iba a salir.
Los fontaneros eran, como habían sido siempre, los más
poderosos seres del Universo.
Muy interesante jajaja, como siempre un placer leerte, en este caso placerrrr oloroso.Ponga un fontanero en su vida.Me ha encantado, no tanto la historia real aunque, caquita va caquita viene jajaja.Eres única frikycaca chuf chuf
ResponderEliminarA veces la realidad supera la ficción juas juas
ResponderEliminarAyy q bueno es jajaja, como la vida misma, donde esté un fontanero!!!Me encanta la historia,la real ya no me gusta tanto, aunque q leches,la caquita por aquí,la caquita por allá, la caquita viene y va chuf chuf chuf chuf.Eres genial frikycaca
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